Los headers son uno de
esos accesorios “fáciles” de instalar que ayudan notablemente a mejorar el
desempeño del motor de tu auto. Su principal objetivo es aliviar la carga
del propulsor por empujar los gases fuera de los cilindros.
Durante el proceso de expulsión
de gases, una manera que el motor pierde potencia es por medio de una contra
presión. La válvula de escape se abre al principio del ciclo de expulsión, y
después el pistón empuja los gases fuera del cilindro. Si hay alguna cantidad
de resistencia extra que el pistón tenga que empujar para sacar los gases, en
ese instante se pierde potencia. Usando dos válvulas en lugar de una se
mejora el flujo haciendo el orificio, donde viajan los gases de escape, más
grande.
En un motor normal, una vez que
los gases salen del cilindro terminan en lo que se conoce como el múltiple de
escape. En un propulsor de cuatro u ocho cilindros, se usa uno por cada cuatro
cilindros. Desde éste, los gases fluyen dentro de un tubo hacia el convertidor
y el mofle. Un múltiple puede ser una importante fuente de contra presión,
porque los gases de un cilindro pueden acumular presión en el múltiple que
afecta el próximo cilindro, el cual usa el mismo y se crea una reacción en
cadena con los otros cilindros.
La idea detrás de un header es
eliminar la contra presión del múltiple. En lugar de uno sólo para todos
los cilindros, cada cilindro obtiene su propio tubo de escape. Éstos
vienen juntos en un conducto más grande llamado colector. Cada tubo debe
tener la misma dimensión y longitud, al ser iguales garantiza que el gas de
cada cilindro se mueva con suficiente espacio y de manera equitativa al
colector, para con ello evitar que se genere contra presión por los cilindros
compartiendo un mismo colector.
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